No sé por qué motivo pero es un clásico abrir el armario de una cocina donde se reúnen las conservas y encontrar un bote/lata de espárragos blancos, no falla, no los comemos con frecuencia pero tampoco nos faltan nunca. En un abrir y cerrar de armario un fin de semana me encontré con ellos y decidí sacarles partido...
Ingredientes:
- 1 bandeja pequeña de salmón ahumado
- 12 espárragos blancos
- 1 huevo cocido
- 10-15 aceitunas negras sin hueso
- aceite de oliva
- vinagre de módena
- sal
Pongo a fuego fuerte una sartén, cuando está bien caliente reparto los espárragos para que se tuesten y se queden doraditos por fuera. Los retiro rápido porque no quiero que se cuezan. Los reservo. Pelo el huevo cocido, separo la yema de la clara, la yema la reservo, la clara la pico intentando que sean trozos pequeños y cuadrados. Lamino las aceitunas negras. En un cuenco pequeño pongo el vinagre de módena, el aceite oliva, la sal y las aceitunas. Mezclo bien.
Monto el plato. Empiezo separando los espárragos de dos en dos. Envuelvo con las piezas de salmón la parte baja y gruesa del espárrago, dejando al descubierto las puntas. Que se vea el tostadito de fuera. En total 6 saquitos con dos espárragos cada uno. Los extiendo en el plato en forma de abanico. Rallo la yema del huevo por encima de los saquitos, un poquito de vinagreta de aceitunas negras y la clara de huevo picadita.
La verdad, el resultado me sorprendió gratamente porque el ingrediente principal, el espárrago, no me apasiona y aquí tuvo su puntito y su gracia. El plato era llamativo en colores, la combinación de sabores, la temperatura...muy rico, para repetir!! ese día no quedó nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario