Tengo que reconocer que cuando veo esta coliflor verde italiana en el mercado mis ojos van a ella como un imán. Con esa forma tan peculiar y un intenso color verde picante que me inquieta, imposible no comprarla.
Ingredientes:
- 1 romanesco fresco
- 6 ajos laminados
- un chorrito de aceite de oliva
- una pizca de sal
- 2 vasos de leche
- 2 c/s de harina
- 1 c/s de mantequilla
- queso gouda rallado
- 1 c/c de nuez moscada molida
- pimienta negra molida (al gusto)
Preparación:
Lo primero que hago es lavar el romanesco y cortarlo en ramas, no muy pequeñas. Lo pongo en una cacerola con agua hirviendo y una pizca de sal. Lo dejo cocer unos 6 minutos, a nosotros nos gusta al dente pero si se prefiere, se puede cocinar un poco más.
Mientras, en un cazo hondo pongo el aceite de oliva junto con los ajos laminados y los llevo a el fuego para que doren, en este punto, añado una cuchara de mantequilla, que se derrita que es cuando echo la harina hasta que se dore un poquito. Ahora ya, vuelco la leche. No paro de mover con unas varillas, para que no se hagan grumos. Que se quede ligeramente cremosa. Si es necesario añado un poco mas de leche. Termino echando la sal, pimienta y nuez moscada.
Precaliento el horno a 200º, gratinador.
Escurro bien el romanesco, lo coloco en una fuente apta para el horno, y vierto encima la bechamel de ajo. El queso rallado por encima y lo llevo a el horno con la opción de gratinar.
Después de unos 4-6 minutos lo tenemos listo para comer ♥
Cómo se puede hacer estas comidas tan buenas.
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