crema fría de calabacín, vinagreta de remolacha y aceite de rúcula

Llega el tiempo de los calabacines y tengo dos enoooormes en la nevera, alguien se olvidó de cogerlos a tiempo g,g,g y los dejó crecer demasiado, no pasa nada porque algo puedo hacer con ellos. Tienen las pepitas un poco grandes, por lo que tendré que quitarlas y aprovechar todo lo demás. Pensé en una clásica crema de calabacín (con patata, puerro, queso...) pero ahora mismo con este calor... quién se mete para el cuerpo una cucharada caliente...asi que bueno hice una nueva versión, más fresca y divertida ya lo creo!



Ingredientes (para 2 personas):

Para la crema de calabacín

• 1 calabacín grande pelado y sin pepitas
• 1 cebolleta grande
• 1 vaso de leche
• agua
• sal
• 1 cucharada de aceite de oliva

Para la vinagreta de remolacha

• 6 rodajas de remolacha roja agridulce en vinagre
• 4 cucharadas soperas de vinagre de vino
• sal

Para el aceite de rúcula

• 4 cucharadas de aceite de oliva
• sal
• 6-8 hojas de rúcula

Preparación:

Para la crema de calabacín...
En una cacerola mediana pongo el calabacín troceado, lavado, sin pepitas y pelado. Añado la cebolleta pelada, lavada y troceada. Sal, aceite de oliva, leche y cubro con agua. Lo pongo a cocer hasta que los ingredientes están blandos, unos 20 minutos más o menos. Una vez cocido lo retiro del fuego, lo paso por la batidora hasta que obtengo una crema fina y lo dejo que enfríe e incluso después lo llevo al frigorífico hasta la hora de servirlo.

Para la vinagreta de remolacha...
Pongo la remolacha, sal y vinagre en el vaso de la batidora, lo bato todo y reservo en el frigorífico hasta el montaje del plato.

Para el aceite de rúcula...
Pongo las hojas de rúcula, sal y aceite de oliva en el vaso de la batidora, lo bato todo y reservo.

A la hora de emplatarlo...me ayudo con tres arandelas de acero en medidas diferentes. Sirvo entre una arandela y otra la crema, vinagreta y aceite, por separado. Retiro las arandelas y con la punta de un cuchillo hago líneas del centro del plato hacia fuera.

La crema de calabacín tiene un sabor bastante suave que al mezclarla con la vinagreta y el amargor del aceite de rúcula hace una combinación que sorprende!